“Ahuevo, qué chingón que te gustó. Ahora con las entrevistas, yo pienso que los músicos o artistas dicen pura mamada cuando les preguntan qué les parece su disco y cómo lo hicieron. Ya me arranqué con la entrevista, ¡perdón!”, dice riendo Diego Solórzano, líder y vocalista de Rey Pila.
“Pero la realidad es que la mejor opinión es la de ustedes porque a mí ya me caga”, ríe más. “Yo ya no lo quiero escuchar, entonces cuando me dices que es un gran disco está chingón porque reconecta con estas partes que inicialmente me daban mucha emoción”.
Para devolverle la honestidad a Diego, tengo que decir que en verdad sí me gustó su nuevo disco Velox Veritas, y bastante. No lo dije para amenizar la entrevista, algo que a veces es una técnica que funciona. El nuevo disco de Rey Pila es justo como Diego empezó nuestra plática. Sin esperar, sin preguntar. Empieza de golpe para todos los fanáticos de la electrónica ochentera.
Viendo hacia atrás, a la carrera de Rey Pila que despegó con el sencillo “No Longer Fun”, y la que interesantemente podríamos decir que es la rola que más se aleja a lo que es hoy la banda, es comprensible decir que han estado en una búsqueda constante del sonido que los defina. The Future Sugar de 2012, fue el proyecto que los vio encaminarse a un sonido de electrónica más ochentera con tonos oscuros.
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Más tarde llegarían dos EP’s, Wall of Goth y Lucky No. 7, donde siguieron explorando y afinando este camino que les va demasiado bien y que pocas o ninguna otra banda mexicana ha podido explorar con tanta calidad y profundidad. Pero ahora llegó su tercer disco de estudio Velox Veritas, el esfuerzo que los ve encontrar un lugar nuevo y francamente muy espectacular. Por eso le preguntamos a Diego si Velox Veritas es el lugar al que siempre había querido llegar Rey Pila.
“Yo pienso que no, pero déjame te digo por qué. Porque no está establecido el lugar. Lo único que está establecido es que lo importante es, para nosotros y para mí de manera muy personal, lo más emocionante de poder estar en esto de la música es poder hacer cosas nuevas, ¿me explico? No repetir nunca la fórmula. Poder visitar y crear mundos nuevos”.
“Es una arma de doble filo, porque no tomamos en consideración lo que pueda funcionar para que nos retribuya de otra forma, más bien tomamos en cuenta lo que nos retribuya para nosotros estar contentos con nuestro mundo artístico”.
The Future Sugar fue un punto de quiebre para la banda de la Cuidad de México. En una historia increíble, mientras buscaban una disquera para promocionar su segundo disco, llamaron la atención del famoso vocalista y líder de The Strokes, Julian Casablancas. Julian estaba en las oficinas de su disquera Cult Records cuando a lo lejos escuchó “Alexander” de Rey Pila.
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Describe el momento para NME como: “escuché a lo lejos una canción en la calle, que sonaba como un hit moderno mucho mejor que la música pop de la actualidad”. Fue así como los descubrió y los fichó en su disquera para producir en conjunto. A partir de ahí se abrió un mundo de posibilidades sonoras que siguieron explorando a lado de Casablanca en sus siguientes dos EP’s y hasta llegar a Velox Veritas. Le preguntamos a Solórzano sobre este proceso sonoro de 8 años.
“Cuando hicimos ‘The Future Sugar’, que además fue un disco que tuvo dos capítulos muy grandes. Uno es la producción de las canciones con Chris Coady, que fue el primer productor. Y luego cuando Julian Casablancas llegó a meterle mano junto con Shawn Everett. Entonces son dos mundos ahí. Yo creo que mucho en lo que conectamos musicalmente con Julian es en el fanatismo por la música ochentera. The Cars, particularmente The Cars”.
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“Con Chris Coady también es un mundo ochentero, pero con él teníamos conversaciones de música ochentera más oscura. Ahí se dio esa combinación de cosas. En ese entonces yo sí tenía muy clavado el mundo ochentero musical. No todos los ochentas son buenos. Eso es un hecho. Pero hay cosas muy buenas. Como ‘Ghost in the Machine’ de The Police, es un disco muy bueno y es como su disco más oscuro”.
“Entonces toda esa parte oscura que formaba ‘The Future Sugar’ y luego se fue hacia los EP’s. Después, la idea fue como compositor, divertirme más. Echar más desmadre, poder romper reglas otra vez, hacer cosas diferentes y para ‘Velox Veritas’ así fue como le entré. Desaprensivo”.
Velox Veritas es una invitación a hacernos mover el cuerpo e imaginar una estética dark wave completamente singular. Es como una buena noche de fiesta que navega por lo más bailable hasta por ese momento en el que la noche acabó con pasajes tranquilos y contemplativos. ¿Qué quiso contar Rey Pila con la organización de su disco?
“Es difícil luego poder describir puntualmente esas cosas sobre todo porque en el caso de la banda es mucho más como… Son momentos. Igual está pasando la rola, se está creando y ese es el momento en el que yo estoy más involucrado con la canción que es justo cuando nace, empieza a moverse y empieza a tener vida”.
“Después de ese momento, siendo muy egoísta, cuando la canción llega a otros oídos, ya me vale madres, para serte honesto. Ya no me interesa porque ya no es mía. Es muy caprichoso, es la verdad. Sí la sigo viendo con ojos de cariño obviamente y con mucha emoción. Sobre todo cuando las empiezo a tocar en vivo. Empiezan a tener otra vida”.
“Pero lo que te puedo decir es que en términos de letras, fue mucho más establecida la línea en este que en los pasados. Hay dos canciones de amor, que no pueden faltar. Pero yo creo que por primera vez las escribo con más claridad. Luego está todo el discurso como de algunas cosas de lo que está pasando en este momento. Como personas y lo que pasa con la fama y las redes sociales. Lo que pasa con poderse aceptar, poder ver tan poco hacia adentro y tanto hacia afuera. Todas estas cosas de sociedad que para mí es un momento bastante oscuro. Por ahí va un poco”.
Dentro del dark wave que es la cama sonora de Velox Veritas, podemos encontrar momentos indie rock en “Josephine”, algo funky en “Danger” y hasta electrónica ambient en “Steps (Pt. 1)”. Una gana explorada de manera fantástica. Sería interesante conocer las influencias que llevaron a Diego y a Rey Pila a tener un disco con variaciones tan contratantes pero dentro de la misma línea electronica.
“Me llama más la atención, más que influencias musicales, me llama más la imagen. El otro día estaba viendo una película de Roman Polanski que se llama ‘Frantic’ con Harrison Ford y hay ciertas escenas en la película que me despiertan más cosas que una canción. Justo eso pasó con ‘Drooling’. ‘Drooling’ siento que desde que la estaba haciendo tenía muy claro cómo la estaba viendo visualmente”.
Para este proyecto, Rey Pila se junto con el reconocido productor de TV on the Radio, Yeah Yeah Yeahs y Foals por mencionar algunos, Dave Sitek. Al igual que con Julian Casablancas y Shawn Everett, los mexicanos encontraron a un maestro productor que los ayudó a guiar el proyecto hasta lo que conocemos hoy. Para finalizar, le preguntamos a Diego Solórzano cuál fue la cuchara de Sitek en el disco.
“Cuando trabajas con productores en general es como entrar a libros diferentes. Cada uno tiene sus formas. Julian Casablancas y Shawn Everett son los que más me han impresionado porque son los que más hicieron un cambio verdadero en la canción. Como que sí se meten en la rola y la mueven. Con Dave [Sitek], fue muy interesante porque fue más como ver su opinión y su forma de atacar las canciones en términos de sonido”.
“Te voy a ser muy honesto, tampoco cambió tanto a lo que teníamos porque él llegó hasta después. Entonces sí, sí le metió mucha galleta y en algunos casos definió personajes del disco pero para este disco fue un esfuerzo en conjunto”.
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La entrada “‘Velox Veritas’ fue echar más desmadre, romper reglas otra vez”: Una entrevista con Rey Pila se publicó primero en Sopitas.com.
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