En la actualidad, tenemos a jóvenes compositores sumamente talentosos que tienen otra mentalidad e idea de qué hablar en su música. Ahora es muy común que esos artistas nos hablen de la depresión, la ansiedad y problemas por los cuales pasamos todo en algún punto de nuestras vidas, pero hay quienes lo hacen de una manera que te cautiva desde los primeros segundos en que los escuchas, como el caso de Julien Baker.
Con tan solo 25 años, esta chica parece que lleva un buen rato dentro de la industria, a pesar de que apenas ha publicado tres álbumes de estudio. Sin embargo, lo que la hace algo completamente único es la manera que tiene para expresarse a través de sus canciones, pues en ellas canta abiertamente sobre la espiritualidad, las adicciones, enfermedades mentales y naturaleza humana combinados con guitarrazos sórdidos o melódicos.
Julien Baker nació el 25 de septiembre de 1995 en Germantown, pero se crió en Bartlett, Tennessee, un suburbio de Memphis. Cuando era pequeña, sus papás trabajaban en el campo de la fisioterapia, y ha dicho en diferentes entrevistas que se inspiró viendo a su padre; a quien le tuvieron que amputar una pierna después de un accidente a los veinte años. Gracias a él encontró carácter y fuerza para salir adelante ante cualquier situación.
Creció en una familia cristiana muy religiosa, y su primer acercamiento con la música fue con las canciones que sonaban en la iglesia. Después de ver a Green Day en la televisión, se sintió inspirada para explorar la música alternativa y empezó a escuchar a grupos como My Chemical Romance y Death Cab for Cutie. Posteriormente, se sintió cautivada por el punk, el hardcore, el metalcore y la escena screamo, gracias a bandas como MewithoutYou, Underoath, The Chariot, Norma Jean y Whitechape.
Tiempo después, Julien Baker tomó una de las decisiones más importantes de su vida. A los 17 años le dijo abiertamente a sus padres que lesbiana, este paso lo dio luego de ver cómo enviaban a sus amigos a terapias de conversión o de plano los echaban de sus casas. A pesar de estar en una familia super conservadora, sus padres la apoyaron y la chica se dio cuenta –en sus propias palabras– de que la “aceptaban radicalmente” tal cual como es y eso se ve reflejado en su música.
Con el paso de los años fue refinando sus habilidades musicales. En 2010, Baker cofundó la banda Star Killers, que se rebautizó como Forrister en 2015, con este grupo dio sus primeros shows mientras estaba en la escuela. Tanto así que entró a la Middle Tennessee State University, donde tuvo un trabajo en el campus y estudió en un principio ingeniería de audio, aunque después se dio cuenta de que lo suyo era la literatura y educación, es por eso que cambió de carrera.
Finalmente, después de un buen rato dándole a la música y a los estudios, Julien Baker dejó la universidad para hacer una gira a tiempo completo después del lanzamiento de su álbum debut, Sprained Ankle, pero regresó al campus en 2019 para completar sus estudios: así que no la abandonó del todo por el rock. Hablando de este disco, empezó a componerlo en las salas de práctica de la universidad que permanecían abiertas hasta altas horas de la noche.
Julien escribió lo que se convertiría en su primer material discográfico en su cuarto, y lo grabó en el tiempo de estudio libre que un amigo suyo logró conseguirle. En varias entrevista ella ha dicho que nunca pensó que el EP llegaría a los oídos de millones de personas, es por eso que lo puso en Bandcamp para que sus amigos pudieran escucharlo, pero nunca con la intención de que alguien en otro país o ciudad conociera sus canciones.
Sin embargo, este conjunto de rolas lo escuchó alguien del sello discográfico 6131 Records, y más tarde se convirtió en el álbum de estudio, Sprained Ankle, que salió a la venta en octubre de 2015. Para sorpresa de Julien Baker, el disco terminó encabezando muchas listas de lo mejor de aquel año y su éxito dio lugar a artículos en The New Yorker y The New York Times, además varios críticos lo calificaron de “desgarrador”, “hipnótico” e “impactante”.
Para marzo de 2016, Baker ofreció una actuación en el Tiny Desk de NPR, la primera de sus cuatro apariciones en estas sesiones. También actuó en los festivales SXSW y Newport Folk de ese año. Sus presentaciones de este periodo han sido descritas como “eventos silenciosos y reverenciales”, en los que el público a menudo se quedaba callado y emocionado. En 2017 firmó con Matador Records, y lanzó un sencillo compuesto por las canciones “Funeral Pyre” y “Distant Solar Systems”.
El segundo álbum de Julien, Turn Out the Lights, se grabó con el ingeniero y productor Calvin Lauber en los Ardent Studios de Memphis, y se publicó el 27 de octubre de 2017 con mayor éxito y comentarios positivos de la crítica. Gracias a este disco, el año siguiente se la pasó de gira por todo Estados Unidos e internacionalmente, actuando junto a artistas consagrados y otros que apenas están ganándose un nombre dentro de la industria musical.
Para que se den una idea de qué tan cañona está, Baker ha sido telonera y compartió escenario con bandas y artistas como The National, Father John Misty, Paramore y Hayley Williams, Death Cab for Cutie, Conor Oberst, The Decemberists, Belle & Sebastian, Frightened Rabbit, The Front Bottoms, Touche Amore, Manchester Orchestra, aunque también ha covereado a grandes músicos como Elliott Smith, Radiohead y Soundgarden.
Hablando sobre colaboraciones, en 2018 Julien Baker formó el supergrupo de rock Boygenius con las cantautoras indie Phoebe Bridgers y Lucy Dacus, con las que había hecho giras anteriormente. El grupo lanzó tres canciones en agosto de ese año y posteriormente anunció un EP homónimo, con el cual la banda pasó ese mes de noviembre de gira por Estados Unidos e interpretó “Me & My Dog” en el programa Late Night with Seth Meyers.
El trío siguió colaborando en los trabajos en solitario de cada una desde el lanzamiento de su único material discográfico, tanto Julien y Dacus hicieron coros en dos canciones del álbum Punisher de Bridgers, nominada al Grammy, y las dos aparecieron en “Favor” de Little Oblivions de Baker. Por si esto no fuera suficiente, en 2020 cantaron en la rola “Roses/Lotus/Violet/Iris”, incluida en Petals for Armor, el debut de Hayley Williams como solista.
Para 2019, Julien Baker sacó dos sencillos. El primero contenía las canciones “Red Door” y “Conversation Piece”, y el segundo presentaba “Tokyo” y “Sucker Punch” como parte de la serie de singles que publicó el sello Sub Pop. Las cuatro canciones tenían un sonido ligeramente más producido que su trabajo anterior y fueron recibidas positivamente, aunque existía la posibilidad de que grabara un nuevo material discográfico.
El 21 de octubre de 2020, Baker anunció su tercer álbum de estudio, Little Oblivions, acompañado por el sencillo principal “Faith Healer” y un ensayo del poeta Hanif Abdurraqib. Este disco vio la luz en febrero de 2021 y fue escrito en su mayoría en el transcurso de 2019, un año difícil y formativo para Julien, ya que tuvo que cancelar varias fechas de la gira, luchó con su sobriedad y salud mental, y finalmente regresó a la escuela para terminar su carrera.
Es muy complicado y un tanto injusto encasillar en un solo género a Julien Baker, porque básicamente hace lo que quiere y le sale de maravilla. Pero si tuviéramos qué definir su sonido, sería una extraña mezcla entre pop, indie rock y punk combinado con un toque de slowcore, folk y hasta emo, dando como resultado algo que para ser honestos, no se escucha a menudo dentro de la industria musical.
Baker es ampliamente conocida por su composición profundamente personal y casi confesional. Los escasos arreglos de su frágil y suave debut de 2015, Sprained Ankle, sólo cuentan con su voz y su guitarra, y sus actuaciones en el escenario a menudo consisten en ella sola, utilizando un pedal de loop para interpretar en vivo los arreglos y acordes que escuchamos a lo largo de todo este material discográfico.
Para Turn Out the Lights, Julien Baker incluyó un violín que sonaba ocasionalmente, así como órganos y una producción de sonido un tanto precaria, aunque continuó desarrollando su estilo lírico sumamente honesto. Sus letras están impregnados de temas religiosos, y a menudo se destaca por su brutal imaginación. La esperanza, la redención, el amor, las adicciones, la vergüenza, el autodesprecio y algunas referencias a Dios están presentes en su trabajo aunque no en forma de alabanza.
Para su álbum de 2021, Little Oblivions, Julien quería experimentar con un sonido más completo. Es por eso que en el disco escuchamos la alineación clásica de una banda, con batería, bajo y teclados; aunque también hay mandolina y banjo, todos ellos tocados por la propia Baker en la grabación. El ser multiinstrumentista y la sinceridad que hay en sus canciones, la convierten una propuesta única y que estamos seguros que te enamorará a primera escucha.
La entrada Julien Baker: Punk, pop e indie rock que te llegarán a lo profundo del alma se publicó primero en Sopitas.com.
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