José María Yázpik luce satisfecho. Sonríe como aquel sabedor de que una odisea personal ha llegado a buen puerto. Ayuda, además, haber tenido a su lado a personalidades como Mariana Treviño, Angélica Aragón, Joaquín Cosío o Jesús Ochoa para crear la película Polvo, su primer proyecto como director. Ese gusanito de la dirección, nos cuenta, ya lo tenía desde hace tiempo. No surgió por generación espontánea. Sin embargo, en un inicio no era su intención dirigir esta cinta, sino que las circunstancias florecieron.

Lo impulsó también que se tratara de una historia que el actor ganador del Ariel sintió cercana, personal. No sólo la filmó en el pueblo donde nació su padre, José María Meza, sino que, al igual que hizo Alfonso Cuarón con Roma (2018), reunió objetos pertenecientes a su familia para utilizarlos como utilería.

“Las locaciones que usamos fueron la casa de mis abuelos, la tienda de mi tío, hasta el vestuario [era de ellos]. Las tazas donde tomamos el café, las rosas de plástico, los Cristos, los refrigeradores, todo lo rescatamos”, recuerda sobre la experiencia de rodar en San Ignacio, Mulegé, en Baja California Sur.

Un voto de confianza

El Chato representa a uno de esos tantos hombres que se han marchado de su hogar en busca de una vida mejor. A principios de los 70, el hombre encarnado por el propio Yázpik parte de San Ignacio sin mirar atrás y con historias inconclusas para convertirse en un famoso actor hollywoodense. Sin embargo, una década más tarde no ha conseguido nada de lo que alguna vez se propuso y debe volver a enfrentar las figuras de su pasado, a su madre, a su exconquista y a viejos conocidos. Asimismo, tendrá que recuperar un cargamento de droga que ha quedado esparcido por el lugar donde creció tras un accidente aéreo.

Si bien Yázpik no es novato en los temas vinculados al narcotráfico  –recordemos su papel de Amado Carrillo Puerto en Narcos– y posee una destacada y larga trayectoria en la actuación, para la primera vez que se sentó en la silla de dirección planeó con minucia los detalles de su rodaje y confió ciegamente en el equipo que lo acompañaba.

“Estaba rodeado de un crew espectacular que me cuidaba. Desde el principio, desde que inició el rodaje, les dije: ‘Oigan, pues voy a estar haciendo este experimento, nunca lo hecho. Entonces, si de repente ven que me empiezo a desviar, díganme. Siéntanse no sólo con la confianza, sino con la responsabilidad de decirme’. Llegamos tan preparados a la hora del rodaje, que fue mínimo. Realmente todo fluyó como si yo fuera dos personas distintas: el director y el actor”.

De ahí que otro colaborador crucial en la película Polvo fuera el cinefotógrafo Tonatiuh Martínez –ganador del Ariel por su trabajo en Sueño en otro idioma–, cuya labor esboza una postal en cada encuadre, y con quien Yázpik se coordinó para realizar tomas abiertas y así aprovechar las características cinematográficas de San Ignacio.

Juego creativo

La enigmática belleza física de San Ignacio, Mulegé, con sus lagos y sus calles pedregosas, no es el único factor paradisiaco en Polvo. También resalta la naturalidad de sus habitantes, quienes, junto con el resto del elenco, combinaron elementos de realidad y ficción y se unieron para contar una misma historia. Para Mariana Treviño, eso fue obra de la dirección de Yázpik y su familiaridad con el escenario. 

“[José María] nos llevó de la mano a este universo y a este mundo que él conocía”, nos dice la actriz mexicana, quien interpreta al interés amoroso del Chato. “Nos hizo participar en él de una manera absoluta. Incluyó a todo el pueblo en la filmación. Nosotros, de repente, ya éramos parte de él, convivíamos con todos. Con los niños hasta nos íbamos a tomar un raspado”, cuenta sonriente la actriz de Club de Cuervos.

Tanto el director como el resto del crew inyectaron una nueva dinámica y energía en la gente de San Ignacio para mostrar cómo el regreso al lugar de origen tiene un impacto en el protagonista y quienes lo rodean. “[Yázpik] llegó al pueblo, quitó el polvito del recuerdo y lo reactivó. Todo se empezó a mover”, sostiene la actriz.

Polvo es la tercera película con más nominaciones a la 62ª Edición del Premio Ariel, con opciones en 11 categorías, incluyendo Mejor película. La ceremonia se llevará a cabo este domingo 27 de septiembre y será transmitida en vivo simultáneamente por el Facebook Live de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) y por Canal 22.

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Una versión de este artículo se publicó por primera en Cine PREMIERE #302 de noviembre 2019.

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