En el gran escenario turbulento que puede ser la jornada laboral, la escuela o la vida cotidiana, el fin de semana es un alivio para la gente. Tal vez ahora, en este pandémico contexto que vivimos, añoramos más esa sensación de hacer planes desde el viernes para relajarnos y enamorarnos. Sí, justo como The Cure lo ha dicho antes con “Friday I’m In Love”.
Hoy más que nunca, esta canción de la banda británica nos sirve para levantar un poquito el ánimo. Y es precisamente esa vibra optimista la que le da un halo de peculiaridad al track. Robert Smith y compañía, bajo esa estela gótica y oscura, le entregaron al mundo una ‘absurda canción de pop’ (en palabras del propio vocalista) para la posteridad.
En esta ocasión, haremos un breve repaso por la singular historia sobre cómo se creó el tema mainstream por excelencia de The Cure; aquella canción que catapultó al grupo fuera de esta mística oscura para saborear momentáneamente el lado más dulce del pop.
Es casi un hecho que al escuchar el nombre de The Cure, el terreno que caminamos en la mente nos lleva por la melancolía. Su discografía, en la mayor parte de sus entregas, lo comprueba fehacientemente. Pero hay un disco que en ese sentido desencajaba un poco con las entregas anteriores: Wish.
De hecho, resulta interesante esa metamorfosis entre álbumes. La banda lanzó en 1989 el también fabuloso Disintegration que evidentemente seguía la línea conceptual de la nostalgia y la ambientación lúgubre, aspectos muy presentes en composiciones como “Lullaby” o “Fascination Street”.
Entonces se terminó la década de los 80 y The Cure necesitaba un poco de aire fresco. Algo así como una renovación pero sin dejar la raíces de lado. Y es que con Wish, lanzado precisamente el 21 de abril de 1992, se avecinaban varios cambios: fue el primer disco grabado con Perry Bamonte, viejo amigo de la banda, en la alineación. Más llamativo resulta que este material es el último en el que participaría activamente el guitarrista fundador Pearl “Porl” Thompson tras 16 años en la banda (aunque regresó al estudio con el grupo en 2008 para 4:13 Dream).
Desde luego, la lista de peculiaridades del disco no se puede entender de la misma manera sin citar al que es su track más emblemático. De entre las grandes canciones que componen la placa, “Friday I’m In Love” es la que evoca la identidad entera de la banda en este punto de su trayectoria; un acercamiento con su lado más pop.
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Si hay una canción que contradice el estereotipo de The Cure como una banda ‘gótica’, esa es “Friday I’m In Love”. El tema se compartió como segundo sencillo del antes mencionado Wish y más pronto que tarde se incrustó en el gustó del público. Como muchas increíbles canciones en la historia, esta surgió de un inesperado arranque de inspiración de Robert Smith.
En una entrevista con Guitar World, el vocalista reveló que la canción precisamente se creó un viernes cuando salía del estudio dispuesto a descansar el fin de semana. “Recuerdo conducir a casa un viernes por la tarde para tener el fin de semana libre y comencé a pensar en esta secuencia de acordes realmente genial. Estaba a unos 20 minutos del estudio. Así que me di la vuelta, volví al estudio y ahí seguían todos”, rememoró Smith.
El título provisional para la nueva composición sería ‘Friday’, por el día en que se comenzó a elaborar. Pero ahí vino una vez más el inesperado genio de Robert. “Cuando escribí la letra, pensé, ¿por qué no hago una canción sobre ese sentimiento del viernes? Es algo que se siente cuando vas a la escuela y hay mucha gente que no disfruta sus trabajos... Así que ese sentimiento de viernes por la tarde es algo que esperas con ansias”, dijo en esa entrevista.
Con ganas de definir más ese sentimiento, el cantante dijo en una entrevista de 1997 para MTV que, por aquellos días de grabación, se organizaba los viernes con los demás integrantes para echar unos tragos en algún pub cercano al estudio. En esos momentos Robert pensaba “¿Alguien se habrá hartado de la semana?” y esa idea también hizo ruido en su motivación para componer.
Como mencionamos, “Friday I’m In Love” es esa parte más pop de la banda que rompió con el esquema más alternativo de The Cure… y Robert Smith siempre lo supo. En una entrevista con la revista SPIN, el líder de la banda incluso dijo que la canción era un tanto absurda, pero que era bueno tener ese contraste entre lo pop y lo melancólico.
“Es una canción pop tonta, pero en realidad es bastante excelente porque es muy absurda. Está tan fuera de lugar, muy optimista… Pero es bueno tener ese contrapeso. La gente cree que se supone que somos líderes de algún tipo de movimiento pesimista“, dijo Smith en aquella plática.
Con todo y eso, el buen Robert mencionó en esa misma charla quelas letras de pop “genuinamente tontas son mucho más difíciles de escribir… Revisé cientos de hojas de papel tratando de encontrar palabras para este disco [Wish]”, comentó.
Dentro del gran orden en la composición de esta canción, el vocalista de The Cure reveló que en un primer momento creyó haberse robado la secuencia de acordes de alguna otra canción conocida, aunque nunca logró recordar de cuál se trataba. Por el contrario, cuando preguntó a los demás miembros de la banda si conocían algún tema con esa tonada, ellos dijeron que no habían escuchado algo similar antes. Entonces, con esa seguridad lista, la banda se dispuso a terminar el track.
Y así, eventualmente, llegó el emblemático video con el que la banda nos invita a bailar y gozar del fin de semana. A casi 30 años de su lanzamiento y en medio de este turbulento momento, “Friday I’m In Love” nos recuerda lo mucho que extrañamos disfrutar los viernes.
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La entrada Historia detrás de la canción: ¿Cómo Robert Smith creó inesperadamente “Friday I’m In Love” de The Cure? se publicó primero en Sopitas.com.
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