Los inicios del MCU fueron encabezados por superhéroes populares como Capitán América, quienes aseguraban boletos agotados y una millonada en taquilla. Sin embargo para la segunda fase de la franquicia —y posterior a las polémicas Iron Man 3 y Thor: Un mundo oscuro—, Marvel Studios decidió jugársela con una propiedad prácticamente desconocida por el público en general, que tendría que ganarse desde cero a los espectadores poco o nada familiarizados con el mundo de los cómics. De hecho, el miedo al fracaso que pudo haber sido Guardianes de la galaxia (2014) provocó que Amanda Seyfried rechazara un papel principal en la película, según reveló la actriz recientemente.

Durante una charla con el podcast Awards Chatter (vía), publicada la semana pasada, Amanda Seyfried comentó que una razón para no interpretar a Gamora en Guardianes de la galaxia fue la desconfianza derivada de, quizá, hallarse ante un proyecto condenado a una caída estrepitosa.

«No quería ser parte de la primera película de Marvel que fracasara», comentó la histrión. «Dije: ‘¿Quién quiere ver una película sobre un árbol parlante y un mapache?’, con lo cual claramente estaba muy equivocada».

Efectivamente todo mal pronóstico, como el anterior, fue desmentido. No sólo Groot y Rocket se convirtieron en dos de los personajes más queridos de la franquicia, sino que Guardians of the Galaxy acumuló $773 MDD en taquilla mundial, convirtiéndose en una de las producciones más redituables del 2014. A eso sumemos sus dos nominaciones al Óscar (Mejores efectos visuales y Mejor maquillaje) y su 91% de frescura en los Rotten Tomatoes.

«El guión era genial. Todo se basó en no querer ser ‘ese tipo’, porque si eres la estrella de una película gigante como esa, y es un fracaso, Hollywood no te perdona. He visto que eso le pasa a la gente y fue un miedo gigante. Pensé: ‘¿Vale la pena?’», agregó Seyfried.

A mediados de este año, enfrentada a la misma pregunta de por qué declinó ser Gamora en el MCU, la actriz de Mamma Mia! argumentó que ella no se consideraba «una espectadora de películas de Marvel» y que la experiencia de Jennifer Lawrence en la saga X-Men —en materia de maquillaje— influyó en su decisión final.

«Simplemente pensaba ‘Ah, no quiero ser verde. Es mucho trabajo’«, declaró. «Recuerdo que Jennifer Lawrence comentó alguna vez cuánto tiempo le llevaba ponerse azul. Y yo pensaba ‘Eso parece un infierno en la tierra’, porque vas al set, sólo estás allí por un par de horas y luego tienes que quitarte todo. Y esa fue literalmente la razón [para rechazar el papel]».

Amanda Seyfried comparte créditos con Gary Oldman en la nueva película de David Fincher, Mank, recién estrenada en el catálogo de Netflix Latinoamérica. Pasen aquí para conocer la crítica de Cine PREMIERE.

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