Han pasado ya 75 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, el conflicto bélico que es descrito por historiadores como el más desgarrador del siglo XX y uno de los más mortíferos de la historia. En aquel entonces, el mundo giraba alrededor de las noticias acerca de aquellas interminables batallas y la enorme rivalidad entre los Aliados y las Potencias del Eje, por lo que diversas producciones televisivas, radiofónicas y cinematográficas aprovecharon su voz para contar historias de guerra y principalmente, convertirse en propaganda.
Esta propaganda se hacía con el fin de llamar la atención de ciudadanos para que se unieran a las tropas, tener un medio de financiación, sembrar una semilla de nacionalismo en el resto de la población que se quedaba en casa a la espera y también para fortalecer el desprecio al bando enemigo. Los estadounidenses, pertenecientes al bando de los Aliados junto con países como el Reino Unido y Francia, fueron autores del contenido propagandístico más popular y que incluso al día de hoy ha dado mucho de que hablar. Esto probablemente se debe a que una de las compañías encargadas de llevar estos mensajes a los ciudadanos norteamericanos fue nada más y nada menos que Disney.
En los años de la guerra, la Casa del Ratón se encargó de producir diversos cortometrajes de animación que buscaban brindar su apoyo a las distintas ramas del ejército en EE. UU., sin embargo, también sus producciones se volvieron parodia a los alemanes y al régimen Nazi de Adolf Hitler.
Entre los diversos cortos de Disney sobre la Segunda Guerra Mundial, encontramos producciones hechas para los departamentos de la Marina, la Armada, la Fuerza Aérea y otros departamentos gubernamentales como el de Agricultura y Tesorería (vía). Entre los cortos como este enfoque encontramos títulos como los siguientes:
En este corto, el pato Donald ponía el ejemplo de cómo ser un ciudadano norteamericano ejemplar que aprende que sus impuestos son destinados a los esfuerzos de la guerra.
Este corto de Disney era un recordatorio al público en general de que la guerra se ganará entre todos y que para ello será necesario la aportación económica de la ciudadanía a los frentes en la guerra, enseñándoles también imágenes del éxito del ejercito.
Sin embargo, los cortos de Disney de la Segunda Guerra Mundial que han sido más recordados no son aquellos que no trataban de aleccionar a los espectadores, sino los que enseñaban a sembrar odio contra el enemigo y parodiarse de ellos. Estas producciones de tinte completamente nacionalista le recordaba a los estadounidenses que no podía haber nación por encima de ellos y aprovechaba para mofarse de figuras como Adolf Hitler, de los cuales destacamos los siguientes:
Este es probablemente el corto más famoso de Disney de esa época, mismo donde vemos al Pato Donald viviendo en un sueño donde se encuentra en la Alemania Nazi, denominada en la película como Nutziland. En esta tierra, Donald vivía esclavizado de aquel régimen y vive en una represión total, misma que al final termina siendo un mal sueño cuando vuelve a despertar en Estados Unidos, donde es libre y feliz.
Con este corto, Disney nos enseña cómo en la Segunda Guerra Mundial el régimen nazi moldeaba a las futuras generaciones para así volver a todos en fanáticos de sus ideales.
A diferencia de los dos anteriores, Disney también aprovechó para hacer referencia a la Guerra del Pacífico contra Japón con el corto Commando DUck, donde Donald es un miembro de las fuerzas especiales que lucha en la jungla y busca destruir un aeródromo japonés.
Entre otros cortos que no hacen referencia alguna al régimen nazi o al «enemigo» japonés está Sky Trooper de 1942, mismo en el que Donald se convierte en un joven recluta del ejército con toda la disposición de convertirse en paracaidista, uno de los puestos más novedosos en aquel entonces.
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