La escena musical británica de finales de los 70 y principios de los 80 vio una evolución sustancial en la que hubo muchos artífices importantes, uno de ellos New Order por supuesto. La banda encabezada por Bernard Sumner y Peter Hook representó en su momento esa encarnación de la música electrónica en el post-punk y más subgéneros.
La prueba más fiel de la premisa antes mencionada podría ser, en ese sentido, la memorable “Blue Monday”. Esta es una de esas canción con las que no te puedes quedar quieto; es de esas rolitas que incluso al más escéptico de la audiencia lo obliga a pararse y pegar un buen ritmo con el cuerpo.
Esa sensación se le debe desde luego a su beat y pegajosa melodía. Es ahí donde nos preguntamos entonces ¿Cómo nació este tremendo rolón? ¿Por qué es tan contagioso? Pues bien, la respuesta está obviamente en el genio y creatividad de sus compositores, pero para ser más exactos, todo se remite a algunos buenos sampleos tomados de una película de Clint Eastwood y la magia musical tanto de Kraftwerk como de Donna Summer.
No hace falta ahondar mucho en la historia de New Order. La banda se formó luego de que los miembros restantes de Joy Division (Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris) continuaron su trayectoria musical tras el terrible fallecimiento de Ian Curtis. Posteriormente, se les uniría la tecladista Lesly Gilbert para cimentar la nueva alineación.
Para 1981, la industria musical inglesa comenzaba a ver en Factory Records uno de sus sellos más emblemáticos, al que por supuesto perteneció en principio la nueva banda de los ex-Joy. La mención de la discográfica es importante debido a su vínculo con Hacienda, el club nocturno inaugurado en 1982 al que el sello financiaba y del que incluso Hook fue co-propietario en algún momento.
Gracias a Hacienda, la vida nocturna en Mánchester se acercó con más fuerza a la música trance, electrónica y otros géneros derivados. Y como el lugar era bastante popular, eventualmente los miembros de New Order uno que otro rato ahí. Era casi imposible que no se contagiaran de la fiebre musical del momento.
Entre 1982 y 1983, luego de varias noches electrónicas de Hacienda y proceso de composición, New Order comenzó a trabajar en los primeros demos de lo que se conocería más tarde como “Blue Monday”. Ya venían bastante electrizados por el tiempo en aquel club nocturno, así que -¿por qué no?- era momento de explotar esa influencia.
Así comenzó la búsqueda de todos aquellos sampleos que compondrían la nueva obra. Regularmente, muchas canciones se componen de un solo sampleo básico, pero en esta ocasión la banda decidió capturar un montón de melodías y beats de diferentes partes para convertirlo en un magnífico todo. Desde el soundtrack de una película hasta canciones de Kraftwerk, Donna Summer y más, hubo un gran paquete de arreglos para disponer y rehacer.
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Comencemos con el beat que abre la canción. Ese sonido de bombo que llega a parecer un ligero bombardeo, es tomado de la sección rítmica de la canción “Our Love” (1979) de Donna Summer, producida por el gran Giorgio Moroder. Desde ahí, podríamos atribuirle la enérgica sensación de baile a la canción (puedes apreciar el beat en el siguiente video a partir del minuto 1:40).
En el background del tema compuesto por New Order descansa un sampleo influenciado por nada más y nada menos que Kraftwerk. Así es, la legendaria agrupación alemana (de la que Ian Curtis era fan) también tiene cabida en la composición de la clásica canción británica de la que hablamos en esta ocasión.
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“Uranium” es la canción lanzada en 1975 del combo alemán que prestó parte de sus melodías para la rola de 1983. El tema de Kraftwerk es simple en su instrumentación, con tan solo una voz susurrando y un efecto de sintetizador prolongando algunas notas durante todo el track. New Order lo tomó, cambió la tonalidad y lo colocó sobre la base rítmica para crear la atmósfera hasta cierto punto ‘lúgubre’ y solemne que se le conoce.
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“Blue Monday” de New Order es un compilado bravo de melodías y ritmos distinguibles, pero si hay un complemento que es aún más notorio entre la mezcla, esa es sin duda la línea de bajo de Peter Hook. El tradicional riff que él creo (y que seguro más de un bajista por ahí se ha aprendido) parte del soundtrack que Ennio Morricone compuso para la película For A Few Dollars More (1965) protagonizada por Clint Eastwood.
La sección que toma Hook para su obra es una secuencia de tres notas que se distinguen en la escena del duelo final de dicha película. A continuación te dejamos un video en el que podrás distinguir la tonada sampleada en el minuto 2:28 y 2:35. Y si aún no lo crees, el mismo Peter ha dicho que, sin querer, tenía esa melodía en mente en el momento de las sesiones de grabación. Con un par de cambio de secuencias en el rasgueo, así se definió la característica línea de bajo de la canción.
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De esta manera, en un experimento musical con miles de texturas en su ADN, “Blue Monday” se convirtió en una de las canciones precursoras del new-wave, el dance rock y más. Y, es válido decirlo, la canción de New Order abrió la brecha para el uso de sampleos en posteriores composiciones de otros artistas. Una obra sutil que demuestra como un sampleo también es un recurso válido para hacer cosas extraordinarias. ¡A bailar!
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La entrada ¿Cómo una película de Clint Eastwood influenció un sampleo en “Blue Monday” de New Order ? se publicó primero en Sopitas.com.
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