El miércoles 3 de febrero, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana publicó una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador donde, a grandes rasgos, piden que se considere a las librerías y la industria editorial en general, como esencial: “Las librerías son esenciales“.
De acuerdo con datos de la Cámara e investigaciones, durante los primeros meses de la pandemia en México, las ventas de libros cayeron en más del 80 por ciento.
A mediados de agosto de 2020, en el Diario Oficial apareció que sí, las librerías eran esenciales, pero “dejarían” de serlo a partir del 31 de diciembre de 2020, nos comentó en entrevista en #SopitasXAireLibre, Juan Luis Arzos Arbide, presidente del Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.
De parte del Gobierno Federal no hubo respuesta; sin embargo, las autoridades de la Ciudad de México decidieron permitir la apertura de librerías al aire libre, o bien, con la apertura de plazas y centros comerciales, algunos locales de venta de libros tendrían la oportunidad de abrir. La pregunta es si será suficiente para sobrellevar la crisis…
De acuerdo con Arzos, unas 7 mil personas dependen directamente de la industria editorial y las librerías, las cuales mantienen a flote la cadena de producción de un libro. No es cosa menor, se trata de 7 mil familias cuyo trabajo resulta esencial para sobrevivir. En otros datos, en todo el territorio nacional, se registraban poco más de 1,500 librerías (pocas, considerando la extensión), pero muchas penden de un hilo para seguir a flote.
Las autoridades toman como base la permanencia para considerar, en algunos casos, cuáles son los negocios o locales que pueden abrir. Mientras más larga sea la permanencia, mayor es el riesgo, se considera. Y las librerías representan esto. Sin embargo, la industria se ha adaptado a las necesidades de higiene y salud para poder mantener en condiciones a sus empleados y los consumidores.
Además, como platicamos con Arzos, la industria depende de la venta de los libros, y en las librerías se compra lo que no se iba a buscar. Es decir, vas con un título en mente, pero sales con otros más que te encuentras en la sección de novedades, el libro del que ya no te acordabas y las recomendaciones que se hacen ahí.
En línea, en cambio, se compra un sólo libro, lo que ha complicado los números, las ventas y por ende, la crisis. Pero no todo está perdido. Desde la Cámara, han decidido darle impulso a la venta en línea y los catálogos digitales.
Antes, se podían adquirir libros en 18 sitios de venta digital. Ahora ya son 80 sitios que operan con editoriales independientes o pequeñas para que puedan vender sus títulos, pues al hablar de la industria editorial, también se debe mencionar la brecha entre las enormes editoriales y las independientes. La Cámara pretende darle acceso a todas las editoriales disponibles.
De acuerdo con un reporte de El Economista, la pandemia reveló la “falta de políticas públicas” para la industria que se tradujeron en que muchos negocios se anunciaron en crisis, sobre todo los pequeños locales de venta de libros de editoriales independientes.
También hemos de considerar que hubo una baja considerable de ventas a las escuelas, al gobierno y empresas privadas. En 202o, con datos de la agencia Nielsen Bookscan México (vía El Economista), se vendieron poco más de 13 millones 800 mil ejemplares impresos, lo cual quiere decir que hubo un déficit anual de -20 por ciento en valor en comparación con 2019.
Para checar la entrevista completa en SopitasXAireLibre con Juan Luis Arzos Arbide, presidente del Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, aquí te la dejamos:
La entrada ¿Por qué las librerías son esenciales?: Entrevista con la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana se publicó primero en Sopitas.com.
[ad_2]