Jason Momoa estuvo en quiebra tras su participación en Game of Thrones. Hoy pareciera que las estrellas que han aparecido en la épica ficción de HBO no tienen problema en encontrar nuevos proyectos, pues muchos de ellos han alcanzado fama internacional. Sin embargo, para el hawaiano, no todo fue miel sobre hojuelas una vez que concluyó su compromiso con la producción.

Así lo dijo durante una entrevista con InStyle (vía EW), en la que rememoró una oscura etapa de su vida y su carrera profesional, misma que se vio en peligro cuando los recursos monetarios dejaron de ser suficientes en su hogar. Éstas fueron sus declaraciones:

“Digo, pasamos mucha hambre después de Game of Thrones. No podía encontrar trabajo, [y eso] es un reto cuando tienes bebés y estás completamente endeudado”.

Podrá parecer inverosímil ahora, pero lo cierto es que una de las razones por las que al actor se le negaban las oportunidades era porque se pensaba que era igual a Khal Drogo, su personaje en el serial, en el sentido de que pocos asumían que el actor fuera estadounidense, llegando incluso a creer que no podía leer diálogos, ya que en la serie todo el tiempo habló el idioma de los Dothraki:

“Después [del programa], muchas personas me despreciaron por un tiempo. Eso me lastimó bastante. Las personas pensaban que no hablaba inglés. No sabían que estaba interpretando un papel. No soy para nada como Drogo. Soy como Drogo cuando soy amoroso y estoy cerca de la mujer que amo y soy amable. Pero su otra mitad no es como yo. Aunque todos se enamoraron de Drogo cuando volvieron a ver el show”.

Afortunadamente, aunque Jason Momoa estuvo en quiebra, las cosas dieron un giro de 180 grados cuando el intérprete fue escogido para ponerse en la piel de Arthur Curry/Aquaman en el universo fílmico de DC, como parte de una historia de la que ya se planean múltiples spin-offs y secuelas.

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