Algunos actores tienen sus años de gloria y posteriormente su carrera se va desvaneciendo entre papeles secundarios, cameos o  de plano nadie los recuerda al quedarse encasillados. Sin embargo otros se retiran en su momento de mayor brillo o incluso teniendo papeles protagónicos, ese fue el caso de Sean Connery y su última película.

La carrera del actor a inicio del siglo XXI se vio marcada por dos papeles que dejó pasar: el arquitecto en Matrix Recargado y Matrix Revoluciones y Gandalf en El señor de los anillos, por la cual habría ganado $450 millones de dólares, pero no aceptó por no entender nada de lo que leía:

«Leí el libro, leí el guion, vi la película. Y todavía no le entiendo. Ian McKellen creo está maravilloso en ella»

Fue entonces que el histrión aceptó ser Allan Quatermain en La Liga Extraordinaria. Y aunque el boom del cine de superhéroes apenas estaba todavía en pañales, los esfuerzos por llevar la obra de Alan Moore a la pantalla grande estaban puestos pero no fue suficiente.

Sean Connery mencionó que trató se salvar la película y dejó ver que la relación con el director Stephen Norrington, quien no ha vuelto a dirigir nada desde aquel entonces, no fue muy fructífera: «Deberían encerrarlo por locura» señaló el actor, quien además estuvo fuertemente involucrado en la edición de la película para tratar de salvarla. Dicho estrés fue el detonante para que el actor no quisiera repetir tan amarga experiencia, logrando así que se retirara de la industria cinematográfica.

Hubo acercamientos por parte de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal para que apareciera en la película de 2008 dirigida por Steven Spielberg, pero a Sean Connery sólo le ofrecían un papel pequeño.

«Hablé con Steven Spielberg pero no funcionó».

(Vía)

Entre 2006 y 2012 el actor salió medianamente del retiro al prestarle su voz al protagonista de la primera película animada de Escocia, su tierra natal: Sir Billi. En una de las pocas entrevistas que le hicieron al respecto en 2006, señaló incluso que años atrás Disney se le había acercado para prestarle la voz a un personaje de sus películas pero que declinó la oferta al ofrecerle un sueldo menor que a una película live action, señalando que las ganancias iban a ser igual o mayores con una película animada.

Pero en el caso de Sir Billi, era naturalmente diferente considerando la nula existencia de una industria del cine animado escocés.

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