Advertencia de ligeros spoilers en esta crítica del episodio 4 de WandaVision.
Semana con semana, la crítica de WandaVision (en esta ocasión hablaremos del episodio 4) es que se las ha arreglado para sorprendernos y brindarnos de poco en poco detalles valiosos sobre la configuración detrás de su elaborada premisa. Sin embargo, con el episodio 4 la serie, ésta realmente ha dado giro más grande hasta la fecha, posicionando de lleno este audiovisual dentro de MCU y al mismo tiempo demostrando por qué Marvel sabe traer de regreso a sus personajes.
Este nuevo episodio llamado Interrumpimos este programa, literalmente pone pausa al formato de la comedia de situación y nos lleva de lleno a lo que sucede en el Universo Cinematográfico de Marvel, después de los acontecimientos de Avengers Endgame. No sin antes mostrarnos lo sucedido durante la restauración de medio universo desaparecido. Mientras es la primera vez que vemos en pantalla cómo «el blip» restauró a la población de la tierra, también le damos la bienvenida a viejos conocidos que pretenden aportar una resolución al misterio que esta serie ha significado para todos.
La gran sorpresa es que en el mundo exterior, ajeno a la sitcom que viven Wanda (Elizabeth Olsen) y Vision (Paul Bettany), las respuestas también son una moneda escasa para los nuevos personajes que vemos en pantalla y que también tratan de descifrar exactamente qué es lo que está sucediendo. Monica Rambeau, a quien conocimos en Capitana Marvel como una niña, ahora es una agente de SWORD, una agencia encargada de monitorear cualquier amenaza para la humanidad que provenga del espacio exterior. Su nueva misión tras volver luego de cinco años de ausencia, cortesía de Thanos, es una en apariencia más sencilla y que se explica cómo el caso de la misteriosa desaparición de un pueblo.
Desde luego se trata de WestView y así el episodio 4 de WandaVision funge como una especie de recapitulación de los tres capítulos previos, pero explicados desde la mirada del mundo exterior. Si bien ahora tenemos conocimiento sobre quién es el hombre con el traje y las abejas, de dónde salió el misterioso helicóptero de juguete, quién le habló a Wanda a través de la radio y por qué la amigable Geraldine tiene conocimiento de Ultron y Pietro, asimismo, el episodio consigue inyectar nuevas dudas y más preguntas en lo que significa el primer rompimiento estético de la serie.
A pesar de que en los episodios previos, la recreación de las sitcoms de antaño había funcionado a la perfección, trayendo así homenaje y una suerte de comedia muy entretenida, tanto Jac Schaeffer (guionista) como Matt Shakman (director), comprenden que la monotonía y la repetición no son el formato funcional para la televisión actual. Especialmente para el espectador moderno, ávido de respuestas y giros dramáticos que consigan mantenerlo interesado semana con semana. WandaVision ha sabido adaptarse a sus audiencias y por ello ahora se aleja del experimento para entrar de lleno al MCU.
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Al mismo tiempo, Marvel demuestra por qué es importante contar con personajes conocidos y cuál es la forma correcta y orgánica de traerlos de vuelta. Nadie puede negar que la reaparición de la astrofísica favorita de todos, Darcy Lewis (Kat Dennings), es uno de los puntos álgidos del episodio y probablemente lo será de toda la serie. Como una forma de compensar la ausencia de Olsen y Bettany, el mundo real también prueba contar con un elenco interesante que nos tomará de la mano para ir desenredando todos los misterios.
Aunque en este episodio ya no hay experimentación narrativa y estética como en los anteriores, WandaVision no deja de mostrar rasgos interesantes. La metanarrativa que presenciamos en Interrumpimos este programa es un detalle fascinante que nos inmiscuye directamente en una suerte de estudio de la televisión y su relación con su publico. Gracias a Darcy los personajes son conscientes de que allí afuera se desarrolla una serie de comedia que evoluciona a través de las épocas. Pequeños gags evocan al espectador promedio que disfruta de éstas en compañía botanas, o que confiesa haber invertido emocionalmente en los personajes que se mueven dentro de la pantalla. La serie dentro de la serie, no deja de ser un detalle extraño y surreal a pesar de que el capítulo se desarrolla en el mundo real.
Y este detalle se acompaña del hecho de que detrás de toda la configuración de la serie, existe una muy pensada y elaborada reflexión sobre el entretenimiento televisivo. Desde luego, adentrar en ello es algo pretencioso, pero resulta interesante que Marvel, siendo la gran compañía de blockbusters que es, invierta en una costosa meditación sobre el formato.
WandaVision ha invertido con cada episodio al mostrar siempre algo diferente. A estas alturas no podemos decir que existe un capítulo de relleno o situaciones que hayan aportado poco. Aquellos que han percibido la comedia en blanco y negro de sus episodios previos como algo insustancial, definitivamente se están perdiendo de uno de los experimentos televisivos más interesantes e importantes en años. Uno que no sólo aporta misterio, suspenso y entrenamiento -lo común de cualquier serie-, sino también valentía artesanal y estética.
La entrada WandaVision: la serie da un giro de 360 grados – Crítica del Episodio 4 se publicó primero en Cine PREMIERE.
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