Mientras era niña y esperaba el regreso de su madre a casa, la directora Kenya Márquez veía pasar frente a su ventana a una vecina albina. Su presencia la tranquilizaba. “Para mí era como un ángel, me daba una sensación celestial de que me estaba cuidando”, recuerda. Ésta fue una de las raíces de las que germinaría la película Asfixia –nominada al Ariel a Mejor película y su segundo largometraje en la silla de dirección–, en el que una mujer con esta condición genética sale de la cárcel e intenta recuperar a su hija. Finalmente acepta trabajar como cuidadora de un hombre hipocondriaco, quien ve en ella una luz para su desesperanza.
La película Asfixia parte también del plan que tiene la cineasta de hacer una trilogía sobre la discriminación y la pérdida. Si en su ópera prima, Fecha de caducidad, Márquez presentaba a una madre descubriendo la muerte de su hijo, en ésta construye a Alma, quien intenta recuperar a su hija de las manos del hombre por el que fue a prisión. Además, el coguionista de la película, Alfonso Suárez, concibió a un personaje con hipocondría, Clemente, quien se complementa muy bien con la protagonista.
“Fue una película que se fue construyendo y que fui cambiando a partir de ir conociendo a personas albinas, intentando encontrar a Alma. Creo que es una historia muy humana, muy noble, pero que sí nos presenta un panorama muy contundente de la discriminación, de la ignorancia hacia el albinismo, de la violencia a la mujer”, expresa la directora.
A Johana Fragoso, psicóloga de profesión y actriz no profesional, la vio en el video “Que no”, de Café Tacvba. La joven aportó en la construcción de Alma, pero para lograr resultados convincentes fue necesario rodearla de un elenco adecuado que pudiera reaccionar a ella a través de la improvisación. Enrique Arreola, ganador del Ariel en 2005 por Temporada de patos, da vida al paciente de Alma; Mónica del Carmen, quien en 2011 se llevó el mismo galardón, pero por su trabajo en Año bisiesto, interpreta a una mujer dispuesta a todo por complacer a su pareja; y Raúl Briones, actor con una sólida trayectoria en teatro y conocido por su papel de Pepenador en Club de Cuervos, encarna a Berny, un hombre violento y abusivo con sus parejas, pero con un amor profundo hacia su hija. Este papel le dio al actor el reconocimiento a Mejor actuación en el Festival Internacional de Cine de Morelia en 2018, donde se presentó la cinta por primera vez.
“Creo que fue un resultado muy positivo”, señaló la realizadora sobre lo que fue su primera vez dirigiendo actores no profesionales. “En el caso de Johana, se integró cuatro o cinco semanas antes de iniciar. Fue un gran encuentro para mí. Ya había una chica, llamada Teresa, que iba a hacer el personaje, pero sentía que algo no funcionaba. El casting de Johana fue muy fuerte, lo hizo con Raúl Briones y ella desde el primer momento interpretó la situación desde su propia experiencia”.
Para cerrar la trilogía, Kenya Márquez trabaja en el guion de Se busca, sobre la pérdida de una adolescente. “Quería explorar la posibilidad de tener a tres personajes femeninos con distintas pérdidas. A la distancia, Asfixia es en la que creo que crecí mucho como directora”.
La película Asfixia cuenta con siete nominaciones a la 62ª Edición del Premio Ariel: Mejor Película, Dirección, Música Original, Coactuación Masculina (Raúl Briones), Coactuación Femenina (Mónica del Carmen) y dos entradas en la terna a Revelación Actoral (Johana Fragoso Blendl y Azul Magaña Muñiz). La ceremonia se llevará a cabo este domingo 27 de septiembre y será transmitida en vivo simultáneamente por el Facebook Live de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) y por Canal 22.
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Una versión de este artículo se publicó por primera en Cine PREMIERE #301 de octubre 2019.
La entrada Ariel 2020: Asfixia, un vistazo íntimo a la discriminación y la pérdida se publicó primero en Cine PREMIERE.
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