¿Qué otra cosa podría ser peor además del coronavirus (COVID-19) en este 2020? Pues que las fuerzas sobrenaturales se manifestaran para anunciranos que la muñeca Annabelle había escapado del museo maldito de los Warren… La realidad es que todo se trató de un rumor que comenzó a circular a través de redes sociales.
Twitter fue el epicentro para que Annabelle se volviera tendencia y se asegurara que la «muñeca maldita» había escapado o más bien, que alguien la había hurtado para fines satánicos. Obviamente, la situación ocasionó que los internautas se lo tomarán con humor y llenarán la plataforma social de memes.
Sin embargo, como recalcamos líneas arriba, el asunto es producto de las fake news. De acuerdo con el sitio heavy el rumor de su escape se originó después de que la actriz Annabelle Wallis ocupara los titulares al hablar en una entrevista con THR sobre su participación en La momia (2017) y de cómo convenció a Tom Cruise para que corrieran juntos filmando una escena. Después un usuario de Youtube señaló que la anécdota de Wallis se confundió cuando se tradujo al idioma chino y entonces se entendió algo como: «Annabelle escapó» y de ahí se desató la falsa noticia.
Como dato curioso, Annabelle Wallis participó en Annabelle (2014) –spin-off de El conjuro– en el papel de Mia Form y justamente en la charla con THR también habló sobre su labor a lado del director James Wan.
Como saben, los sucesos inspirados en la tres películas del personaje datan del año 1970. Resulta que una mamá compró en una tienda una vieja muñeca de trapo, de la línea de productos infantiles Raggedy Ann, para regalársela a su hija Donna, una joven de 20 años que estudiaba enfermería.
Cuando la joven llevó la muñeca al departamento que compartía con su amiga Angie, comenzaron a suceder cosas extrañas. La muñeca que siempre era dejada por su dueña en su dormitorio o en un sillón, de repente aparecía en otros lugares de la casa, en posición vertical, de pie o hasta de rodillas. De repente, las dos chicas encontraron mensajes escritos en papel de pergamino con mensajes que decían lo siguiente: «Ayúdanos» y «Ayuda a Lou» (Lou era el nombre del novio de Donna). Además de los escabrosos mensajes, la muñeca comenzó a presentar gotas de sangre en su pecho y manos.
De inmediato contactar a una médium, quien les notificó que la muñeca supuestamente estaba poseída por el espíritu de Annabelle Higgins, una niña de siete años que había muerto trágicamente. Total que la muñeca permaneció en la casa de las dos chicas; no obstante, Lou, el novio de Donna, comenzó a sufrir las consecuencias en torno a la presencia de la muñeca, pues fue atacado por la entidad maligna dentro de la muñeca.
De inmediato, los tres amigos se pusieron en contacto con algunas autoridades eclesiásticas, quienes los dirigieron con Ed y Lorraine Warren. Finalmente la dupla de investigadores llegó a la conclusión de que el espíritu que se encontraba unido a la muñeca no era el de una niña, sino que una presencia diabólica deseaba poseer el alma de Donna. Al final, y entre tantos sucesos paranormales alrededor del juguete de trapo, los Warren fundaron la Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra en 1952 y construyeron una urna de cristal para encerrar a Annabelle allí adentro. Actualmente, la muñeca es una de las atracciones más famosas del The Warren’s Occult Museum.
Por cierto, nosotros tenemos otro testimonio que nos asegura que Annabelle está bien aburrida dentro de las oficinas de WB en Los Ángeles pasando la cuarentena. Aquí pueden ver cómo mata el tiempo.
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